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Aquí encontrarás una selección accidental de textos literarios pertenecientes a obras clásicas de la Literatura universal. Sin otro criterio que el gusto y el azar seguidos por el profesor de Lengua Rafael Bermúdez Ortiz, el alumnado tiene la oportunidad de acercarse a algunos de los títulos y autores más célebres del canon literario occidental mediante este catálogo de citas, páginas y recortes. Ojalá disfruten tanto como el autor de su lectura.

Árboles como hijos


Casa de Chateaubriand en La Vallée-aux-Loups

Hace cuatro años que, a mi regreso de Tierra Santa, compré cerca de la aldea de la aldea de Aulnay, en las inmediaciones de Sceaux y de Châtenay, una casa de campo, oculta entre colinas cubiertas de bosques. El terreno desigual y arenoso perteneciente a esta casa no era sino un vergel salvaje en cuyo extremo había un barranco y una arboleda de castaños. Este reducido espacio me pareció adecuado para encerrar mis largas esperanzas; patio breva spem longam reseces. Los árboles que he plantado prosperan, son tan pequeños aún que les doy sombra cuando me interpongo entre ellos y el sol. Un día me devolverán esta sombra y protegerán los años de mi vejez como yo he protegido su juventud. Los he elegido, en lo posible, de cuantos climas he recorrido; me recuerdan mis viajes y alimentan en el fondo de mi corazón otras ilusiones.

Si alguna vez son repuestos en el trono los Borbones, lo único que les pediría, en recompensa por mi fidelidad, es que me hicieran lo bastante rico como añadir a mi heredad la zona colindante de bosque que la rodea; ésta es mi ambición; quisiera aumentar en algunas fanegas mi paseo: aunque soy un caballero andante, tengo los gustos sedentarios de un monje: desde que vivo en este lugar de retiro, no creo haber puesto los pies más de tres veces fuera de mi recinto. Si mis pinos, mis abetos, mis alerces y mis cedros llegan alguna vez a ser lo que prometen, la Vallée-aux-Loups se convertirá en una verdadera cartuja. (…)


Árboles plantados por Chateaubriand en La Vallée-aux-Loups, en la actualidad

Me gusta este lugar; ha reemplazado para mí los campos paternos; lo he pagado con el producto de mis sueños y desvelos; es al gran desierto de Atala al que debo el pequeño desierto de Aulnay; y para crearme este refugio, no he expoliado, como el colono americano, al indio de las Floridas. Tengo apego a mis árboles; les he dedicado elegías, sonetos, odas. No hay uno solo de ellos que yo no haya cuidado con mis propias manos, que no lo haya librado del gusano que ataca sus raíces, de la oruga adherida a su hoja; los conozco a todos por sus nombres como si fueran hijos míos: es mi familia, no tengo otra, espero morir en medio de ella.


Págs. 13-14. Memorias de ultratumba. Chateubriand. Editorial Acantilado