En las hermosas noches de verano, cuando las calles tibias
se vacían de transeúntes y los criados salen a jugar al volante a la puerta de
las casas, abría la ventana y se asomaba, apoyado de codos sobre el alféizar.
El río, que hace de ese barrio de Rouen una especie de vil Venecia en
miniatura, discurría allí abajo, amarillo, violeta, azul, entre puentes y
pretiles. Unos obreros, en cuclillas, se lavaban los brazos en sus márgenes. En
unas pértigas que sobresalían en lo alto de las buhardillas se veían madejas de
algodón tendidas a secar. Y enfrente, al otro lado de los tejados, se extendía
el cielo puro con el sol encarnado ocultándose. ¡Qué bien se debía de estar
allá! ¡Qué sensación de frescura en los bosques de hayas! Y ensanchaba las
aletas de la nariz como para aspirar aquel buen olor del campo que no llegaba
hasta allí.
Perdió
peso, espigó y su rostro adquirió una particular expresión dolorida que llegaba
a darle cierro interés.
Como era de
esperar, por indolencia fue abandonando todos sus buenos propósitos. Empezó por
faltar a la visita, luego a las clases, y así, enviciado por la pereza, acabó
por no volver más.
Se aficionó
a las tabernas y se entregó con pasión al juego del dominó. Encerrarse tarde
tras tarde en un local público y ponerse a golpear el mármol de las mesas con
huesecillos de cordero punteados de negro, le parecía un acto precioso de su
libertad, mediante el cual se enaltecía ante sus propios ojos. Era como una
iniciación a la vida, como el acceso al reino de los placeres prohibidos. Y al
entrar allí, ponía la mano sobre el picaporte de la puerta con un goce casi
sensual. Poco a poco, muchas cosas aletargadas dentro de él se fueron
esponjando. Aprendió de memoria algunos cuplés y los cantaba en las fiestas. Se
entusiasmó con Béranger[1], le enseñaron a hacer
ponche y para colmo conoció el amor.
Pág. 15-16. Madame Bovary (1856). Gustave Flaubert. EL
MUNDO, Biblioteca Millenium.
[1]
Pierre-Jean
de Béranger (1780-1857), famoso compositor de canciones francesas que se
hicieron muy populares en su época. Se dedicó también a la política.