Portada de la edición española de Llenos de Vida, de la editorial Anagrama. |
La casa era grande porque nuestros proyectos también lo
eran. El primero ya estaba allí, un bulto en el vientre de la futura madre, un
bulto en movimiento sinuoso, deslizante y escurridizo, como un nido de
serpientes. En las horas tranquilas que precden a a la medianoche, pego la
oreja al lugar y oigo un rumor como de arroyo: gorgoteos, succiones, chapoteos.
Pág. 9. Llenos de vida (1952). John Fante. Anagrama.